Es cierto que en algunos lugares el otoño ya está algo avanzado, pero aún no es tarde para salir y disfrutar fotografiando los colores de esta fantástica estación. Si te animas, ahí van unos consejos para sacarle todo el partido a la experiencia:
1.Usa un trípode. Si, ya lo sabemos. Cargar con un trípode es un poco molesto, pero lo echarás de menos cuando quieras hacer esa imagen del río o la cascada con ese efecto de movimiento que necesita una larga exposición. Si además usas un cable disparador, y lo combinas con la opción de levantar el espejo de tu cámara antes de exponer el sensor, ganarás mucho en estabilidad. Así evitarás que te lleves un chasco al ver movida en el monitor del ordenador esa foto que tan bonita te parecía en la pantalla de la cámara.
2. Elige bien el momento para fotografiar. Si el día está nublado no es tan importante, pero si el cielo está despejado las horas del amanecer y el atardecer son las mejores para fotografiar. La luz es más cálida, los colores del bosque tienen unos tonos increíbles y el ángulo bajo del sol proyecta unas fantásticas sombras que realzan el volumen de los objetos
3. Fotografía también los detalles. Los paisajes de bosques caducifolios y los ríos llenos de agua están muy bien, pero el otoño es mucho más que eso. Hay una enorme cantidad de motivos interesantes y detalles que pueden convertirse en excelentes imágenes y darte una visión más completa de este momento del año. Rocas, primeros planos de musgos u hojas, setas, nubes, siluetas, ......
4. Usa un filtro polarizador. Aunque no estés fotografiando un río, las gotas de humedad de la vegetación y las rocas hacen que las fotos pierdan saturación y color. Con un filtro polarizador conseguirás evitarlo. Además el filtro polarizador absorbe mucha luz y alarga la exposición necesaria para obtener las imágenes de agua con efecto de movimiento.
5. Abrígate. No hay nada más desagradable que no poder disfrutar de una buena sesión de fotografía otoñal por estar incómodo, con frío o sufriendo la humedad ambiental. En otoño el tiempo es muy cambiante y a primeras y últimas horas puede hacer mucho frío, especialmente si estamos en zonas de montaña. Está muy bien que protejas tu equipo de los rigores del tiempo, pero no olvides que tú también debes protegerte.
6. Vigila el histograma de la cámara. La pantalla de la cámara no es la mejor manera de valorar el resultado de una fotografía realizada. La luminosidad puede variar. es mejor que observes el histograma de la imagen para hacerte una idea de cómo ha quedado. También es buena idea que pongas el selector del balance de blancos en modo nublado en vez de en automático. Aunque la imagen tendrá una ligera dominante anaranjada, los colores serán más saturados y acordes con la explosión de color que verás a tu alrededor.
7. Por último recuerda que la jornada no se termina al llegar al coche. El camino de vuelta puede que esté lleno de luces interesantes o que los lugares que a la ida no parecían muy fotogénicos se muestren ahora en toda su belleza. Estate atento y quizás puedas añadir alguna buena imagen más a la jornada
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